Reconocer los problemas de las llantas al manejar es fundamental para corregirlos o evitarlos.
No siempre es fácil llegar al fondo de los problemas de desempeño, que también pueden deberse a las llantas (tipo de llanta, presión incorrecta, etc.) o a una modificación en el vehículo (accesorios, carga, etc.). Las llantas no siempre son lo único que hay que tener en cuenta.
Serpenteo
Se trata de un movimiento ondulatorio de intensidad variable al conducir en una recta o una curva, generalmente, a un promedio de velocidad de unos 140 km/h.
Contragolpe del manubrio
Se trata de un movimiento lateral brusco en la parte delantera (el manubrio se mueve hacia adelante y hacia atrás), de manera intermitente y rápida, que generalmente ocurre al acelerar y es provocado por algún impacto externo (un hueco o una unión entre las placas de asfalto).
Oscilación
Se trata de un bamboleo lateral y continuo del manubrio a velocidades bajas (menos de 100 km/h) en el momento de desacelerar.
Vibraciones
Se producen en todo el manubrio o la rueda delantera, generalmente a velocidades de unos 90 a 130 km/h.
Las llantas no siempre son el problema
La distribución del peso incide en gran manera en los problemas que pueda desarrollar o no un vehículo. Los accesorios o modificaciones (maleteros no originales, bolsas, carenados, parabrisas, manubrios, asientos, ruedas, etc.) también pueden afectar en el desempeño.
